En algunas ocasiones me han preguntado cual es el primer paso para iniciar un proceso de internacionalización, por inercia siempre contestaba con un “depende”, aludiendo a sí querías fabricar allí, querías solo vender, etc.
Pero después de compartir experiencias, estoy convencido de que hay un primer paso, es el de la reflexión sobre si deseamos hacer este proceso y sobre todo si creemos en él.
Desear realizar un proceso de esta dimensión.
Cuando hablo de desear iniciar este proceso, no estoy hablando de una conversación en el café, donde la exageración es la norma, sin tomarnos mucho tiempo para pensar en lo que decimos y bastante menos para escuchar.
Desear iniciar un proceso de este tipo es haber interiorizado la idea de que existe otra vía más para el desarrollo de nuestro negocio, es cuando nos planteamos el “¿qué pasaría sí…?”. Es como otras muchísimas ideas que se nos pasan por la cabeza cada día, pero que al no tener la disciplina de apuntarlas para luego reflexionar, no llevaremos jamás a buen fin, pero esta vez si que reflexionamos sobre ella.
Es en ese momento en el que empiezas a compartirlo con todo tu equipo, es cuando aprovechas cada momento que tienes con las personas de tu confianza para plantearlo, para dibujarlo, para compartir tu deseo.
Decía Brian Tracy, que si no te levantas durante un tiempo tres veces por semana pensando en ello, es que no lo deseas con la suficiente fuerza, quizás es exagerado, pero a mi modo de ver sí que tienes que sentir algo que te impulse de una manera inusual, no puede ser un comentario de café.
Creer que es un opción válida.
Si el deseo es el primer estímulo, la creencia de que es una opción válida es el siguiente. Si no creemos en ello es mejor no empezar nada, ni siquiera buscar información o investigar casos de éxito.
Si estamos unidos a paradigmas del tipo: “es una opción solo válida para grandes empresas”, “tal o cual pyme lo hizo, pero nuestro producto/mercado es diferente”, “realmente no necesito internacionalizarme”,…
Siempre encontraremos alguna excusa, algún “pero”, algo que nos diga que ese no es el camino, que estamos muy bien como estamos, que esto ya pasará y las cosas volverán a ser como antes.
Si verdaderamente eres sincero contigo mismo, tienes que hacer algo especial por creer de verdad que es una opción válida, con los mismos riesgos que cualquier otra, con los mismos esfuerzos que cualquier otra, pero con la confianza de que parte del futuro se construirá desde allí, sino es así, no pierdas más tiempo.
Realizar una reflexión
Un proceso de reflexión, entendido como un proceso de pasos claros donde analizaremos donde estamos y adonde queremos llegar, nos permitirá plasmar por escrito nuestro deseo, de forma que definamos también si creemos o no en el proceso que vamos a acometer.
No quiero decir que tenemos que estar encerrados durante una semana, este proceso creo que hay que hacerlo parte uno solo y otra gran parte con tu equipo, con las personas que te van a acompañar en ese nuevo camino, de forma proactiva, y como comentaba uno de mis lectores, de forma muy “lean”.
Lo único claro que tienes que sacar de esta reflexión es una visión del futuro de tu proyecto donde te veas con tu deseo cumplido, donde tus viejas creencias y paradigmas se han quedado olvidados, dando paso a nuevas creencias.
Alinear con nuestra estrategia.
Una vez que has realizado la reflexión, esta ya de va a dar muchas pistas sobre tú futuro, sobre lo que quieres, lo cual te puedo asegurar que ya es algo muy bueno y que no todo el mundo consigue.
Ahora tienes que continuar hasta ver como va afectar todo al proyecto actual, tienes que alinear la estrategia que tienes con el nueva visión, quizás lo realices de forma continuada al proceso de reflexión, o lo incluyas en el mismo proceso, pero sin duda alguna, éste tiene que forma parte de la estrategia de tu proyecto.
Luego quedan muchas preguntas, muchas dudas por resolver, hay trabajo de planificación, consulta, ejecución, un proyecto por delante que va a cambiar su situación actual, pero si has realizado este primer paso de forma correcta, si has empleado en el tiempo, tú recurso más valioso, será sin duda un faro al cual mirar cuando el rumbo no esté claro.
Y a para ti, ¿cuál es el primer paso para iniciar un proceso de este tipo?
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